Julio Caraballo
El Faro a Colón se ha convertido en el blanco perfecto para que los delincuentes cometan sus fechorías debido a la oscuridad que hay en el entorno del monumento.
Aunque se trata del monumento erigido en honor a la colonización de América, se ha transformado en el lugar perfecto para robos, atracos y hasta asesinatos, por la terrible tenebrosidad que hay en el sector.
Este lugar que es tomado por los residentes cercanos como un centro de recreación, sano entretenimiento y esparcimiento no se puede estar pasada las 7: 00 de la noche.
A ese estado de abandono que presenta esa gran edificación, se suma las plantaciones que fueron quemadas sin alguna explicación de las autoridades del Faro a Colón y la secretaría de Medio Ambiente.
Se desconoce con que sustancia fueron quemados las hierbas que incluso incineró la parte de abajo de las matas de palma y laurel que se encuentran al sur del monumento
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